jueves, 29 de julio de 2010

CAPÍTULO IV.

Se dice que todo tiene un comienzo y un final, pero sería mas facil pensar que cada instante comienzas y terminas, abres y cierras, corres y frenas; y eso es lo que causa muchas veces el vacío de la gente, ya que al esperar su finalidad sin recordar el principio...viven sin vivir, porque la palabra vivir es disfrutar y esa palabra es la que le pone el sabor dulce a la existencia. Disfrutar es guardar cada momento en nuestro corazón y buscar ambiciosamente más y más cada día.

Es cruel esa palabra, ya que personas que tienen sufrimiento en sus corazones y porque tienen razones diversas para no disfrutar, como quedarse en el recuerdo y no seguir recordando y disfrutando de los designios divinos del todo poderoso, se quedan esperando a que la felicidad llegue por sí sola sin hacer nada por esas almas que hay dentro de dichos individuos.

Es probable que sufrir sea la felicidad, porque hay veces que vemos en la calle gente que sufre demasiado en su apariencia pero por dentro pueden ser más felices que uno. No siempre es lo mismo mirar hacia afuera de las personas que hacia adentro, pero eso pasa por miedo al rechazo y a sentirse menos.

Cada persona tiene un ángel que lo resguarda en todos sus movimientos, pero siempre hay que controlar a los demonios que los otros traen y que luchan por hacer que los hombres ignoren a desconozcan la verdad y la realidad de cada uno.

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